Había una vez una niña que llevaba sus juguetes y peluches a donde fuera, pero era raro ya que había veces que ella los dejaba en un lugar y amanecen en otro, ella simplemente pensó que su mamá los movía. Un dia la niña vio que sus juguetes ya no estaban en su habitación, los había dejado, fué a buscarlos, al llegar al cuarto de lavado vió que uno se movía, estaba bailando con música, la niña se llevó un gran susto y empezó a llorar, desde ese día no se ha visto a la niña, pero muchos dicen que si entras al cuarto de lavado escuchas su cruel llanto.