Cuando éramos niños, nuestro juego más recurrente consistía en sentarnos frente a frente y el que aguantaba mas la mirada del contrario sin bajar la suya ganaba. Luis siempre ganó, con esos ojos saltones que clavaba en uno y te hacían sentir como si entraras en un pozo sin fondo.
Partí de mi ciudad natal, incluso del país, pasaron treinta años, quizás mas; cuando una tarde estaba sentado tomando un café y distraído con el periódico, alguien tomó asiento en la misma mesa, aparté el papel y había un hombre mirándome fijamente, "a ver quien gana", dijo.
"¡LUIS!" respondí.
Sin apartar la mirada mencionó: "Ahora me llamo Buñuel".
cero
06 de September de 2022 / 16:33
La mirada 06 de September de 2022 / 16:33
cero
Comentario 07 de September de 2022 / 07:04
Daniela Truman
 

Para poder escribir en la Marina, tienes que registrarte como usuario o ingresa.