El viejo entraba y salía de las habitaciones, buscando debajo de las camas, en los armarios y detrás de los muebles. Al verlo, su hija mayor le preguntó:
—¿Qué tanto haces, papá?
—Juego a las escondidas con mis nietos, ¿no ves? Manolito ha de estar oculto en el baño y Cristy en la cocina, debajo del fregadero. Lo sé.
—Ay, papá. ¿A tu edad?
—¡Siii! Nos divertimos mucho.
—Dudo que ellos lo estén haciendo ahora. 
—¿Por qué?
—Manolo presentaba hoy un examen en la Universidad y Cristina tiene una junta con accionistas en la oficina.