Los niños reían y disfrutaban con los juegos que organizó el payaso en la fiesta. Mientras tanto, el festejado corrió a encerrarse en su recámara. Al notarlo, su padre fue a buscarlo.
—Jorgito, ábreme la puerta por favor. Ven a ver y a jugar con el payaso.
—No, no quiero. Además, estoy jugando con mi Play Station
—Entiendo que le tengas miedo. A mi también me atemorizaban cuando era pequeño, pero Pispirrín es un payaso bueno y, encima, es mi mejor amigo. 
—No; lo odio. Además,  mamá se va a enojar conmigo si salgo.
—No hay motivo. ¿Por qué lo haría?
—No sé, pero entonces, ¿por qué me castiga y me encierra en mi cuarto cada vez que viene ese idiota?
Pi
04 de September de 2022 / 17:58
Odio justificado 04 de September de 2022 / 17:58
Pi
Taller 07 de September de 2022 / 09:29
Marcial Fernández
 

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