Blanca
Blanca, a diferencia de sus compañeras de trabajo, lucia radiante como una inmaculada paloma. Su alba sonrisa se mantuvo pese al inesperado nevazón que comenzó a caer ese día. La hostilidad hacia ella aumento, aún más, al enterarse los trabajadores de la acusación de blanqueo de dinero que recaía sobre la empresa, y, como Blanca, ante un incierto futuro laboral, insistía en seguir mostrando sus níveos dientes que ya pocos soportaban. Nadie sospechaba que Blanca mantenía su alegre y calmado animo con infusiones de melissa que acostumbraba a tomar varias veces al día con seis u ocho cucharaditas de azúcar.
Bernard Prince
28 de July de 2017 / 10:41
28 de July de 2017 / 10:41
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