Voluntad divina
Con los ojos como platos y el pelo crispado por la impresión, el niño corría y gritaba como loco, señalando hacia sus espaldas.:
—¡Fue Thor! ¡Fue Thor! Yo mismo lo vi.
Mientras tanto, a varios metros detrás, el cuerpo de un vecino achicharrado por el rayo aún humeaba.
—¡Fue Thor! ¡Fue Thor! Yo mismo lo vi.
Mientras tanto, a varios metros detrás, el cuerpo de un vecino achicharrado por el rayo aún humeaba.
Gesel van God
16 de August de 2022 / 18:49
16 de August de 2022 / 18:49
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