Entiendo que el tema de la muerte es el lugar común con el que se terminan muchas minificciones y habría que evitarlo, pero me parece que en este caso no desemboca en ella; simplemente esboza un posible escenario.

Te agradezco los comentarios y sugerencias, pero me parece que lo que propones enredaría la trama innecesariamente y cambiaría el sentido y forma del relato, que perdería su esencia, cuyo conflicto es, como lo sugiere el título, confrontar al personaje con la verdad, es decir, con el momento de su eventual muerte con un toque de humor negro. Considero importante la mención al oncólogo: es una insinuación de que está enfermo, quizás desahuciado, pero no preparado para lo inevitable. ¿Me explico?

Hice unos ligeros recortes y cambios que a mi parecer pueden ayudar.

El momento de la verdad

Antes de ir a la cama aquel lunes, ajustó el despertador digital en la mesita de noche. Era vital llegar a tiempo a la cita con el oncólogo al día siguiente.
Cuando el molesto zumbido le hizo tomar conciencia, no se explicaba la presencia de las moscas a su alrededor, menos aún que ya fuera domingo.
Mientras tanto, después de haber hecho los arreglos necesarios, su familia observaba con curiosidad por la ventana. Estaban seguros de que así estaría mejor preparado para cuando llegara ese momento.

Espero que te parezca bien lo que expuse y estés de acuerdo.

Saludos