Fu solo un instante, un microsegundo tal vez, lo suficiente para que la exposición a los fotones desencadenara un proceso de recomposición molecular por intercambio energético —una reacción exotérmica de oxido-reducción de sus moléculas, conocida también como combustión— que lo redujo, literalmente, a lo que vulgarmente llamamos polvo; en realidad cenizas, vestigios de otros elementos químicos y vapor de agua. De paso, ese lamentable descuido también segó su "vida" y contribuyó al calentamiento global con sus emisiones de dióxido de carbono, óxido nitroso y azufre a la atmósfera. Todo un desastre...

La verdad, también, es que me pareció que era una explicación demasiado técnica... :-))

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