Nagasaky
Nozoni paseaba como todos los días por el jardín. Eran las once de una mañana triste. Con sus manos unidas tras la espalda y la cara levantada al cielo, aspiró el aroma de los crisantemos y de la tierra mojada.
Caminó hasta el estanque y se sentó en un banco cerca del agua. En sus labios germinó una sonrisa.
En aquel mismo momento, se abrió un claro entre las nubes. El B-29 abrió sus tripas y liberó al Hombre Gordo.
Nozoni la vio caer y sus ojos negros se fundieron con el sol naciente.
Caminó hasta el estanque y se sentó en un banco cerca del agua. En sus labios germinó una sonrisa.
En aquel mismo momento, se abrió un claro entre las nubes. El B-29 abrió sus tripas y liberó al Hombre Gordo.
Nozoni la vio caer y sus ojos negros se fundieron con el sol naciente.
Crazzy
10 de July de 2022 / 22:14
10 de July de 2022 / 22:14
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