Sabía que esos cadáveres descuartizados que aparecían cada mañana por la ciudad no eran personas, sino cuerpos huecos, sin alma, duplicados perfectos de otros. Sabía también que no podrían sentenciarlo por lo que no constituía un crimen. La opinión pública estaba horrorizada y atenta al caso, mientras que el fiscal se hallaba ante una encrucijada. En una jugada magistral durante el juicio, el acusador citó a declarar a un panel de médicos, filósofos y especialistas de diversas ramas, a quienes preguntó:
—¿Señores, qué tan equiparables son estos cuerpos a los de un ser humano real?
Después de discutir y deliberar por casi una hora, contestaron:
—Noventa y cinco por ciento. Tal vez más, considerando su perfección.
—Muy bien, gracias caballeros. Solicito entonces a su señoría que, por homicidio equiparado, dicte sentencia al acusado por el noventa y cinco por ciento de los trescientos ocho años que sus asesinatos merecerían. Tal vez más, considerando su perfección.
Simbad
16 de June de 2022 / 23:59
Argucias legales 16 de June de 2022 / 23:59
Simbad
Taller - Comentario I 20 de June de 2022 / 12:28
José M. Nuévalos
Gracias, Josep 21 de June de 2022 / 11:31
Simbad
A la Final - SELECCIONADA - 26 de June de 2022 / 23:16
José M. Nuévalos
 

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