El piloto acudió de inmediato al punto de donde provenía la señal de auxilio. Al hacer un vuelo de reconocimiento vio los restos de un avión de la Segunda Guerra Mundial sobre la playa de una enorme isla que no aparecía en los mapas, justo donde se suponía que habría existido la Atlántida. Al reportar lo sucedido al portaaviones de donde despegó, no hubo respuesta, y a su regreso para reabastecerse juzgó imposible hacerlo en el galeón que ostentaba una bandera pirata en el mástil, cuyos tripulantes corrían despavoridos de un lado al otro y se tiraban al mar mientras el Titanic se aproximaba. Entretanto, técnicos e ingenieros hacían malabares para corregir los desperfectos causados por un cortocircuito en el Centro Universal de Control del Tiempo.
Serpico
14 de June de 2022 / 11:55
Popurrí 14 de June de 2022 / 11:55
Serpico
Taller 15 de June de 2022 / 09:24
Mónica Brasca
 

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