Se dice que, más por pragmatismo que por devoción, los ratones egipcios le rendían culto en secreto a Anubis. Su poder e influencia eran conocidos y los modestos tributos que le hacían llegar, resultado de pequeños hurtos, buscaban allegarse sus favores. Entre ellos, su mayor anhelo: que Bastet y su séquito fuesen enviados al reino de los muertos. Por lo visto, nunca le llegaron al precio.
Serpico
17 de May de 2022 / 20:33
Historia antigua 17 de May de 2022 / 20:33
Serpico
tallereo 1 01 de June de 2022 / 15:30
carlos martín briceño
Gracias y saludos 06 de June de 2022 / 01:02
Serpico
 

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