Vi sus ojos hervidos en la ira sin culpa. Atada, inmóvil. Su boca abierta infernalmente, sus piernas diluidas con las llamas. No podía perdonar que a mi dueña la culparan de ser bruja, porque, aunque nadie lo creyera...yo, quien miraba desde el tejado, era la verdadera bruja y no ocupaba caldero ni escoba para condenarlos a una y ocho muertes futuras.
Rosa de los Vientos
29 de April de 2022 / 22:12
Con disimulo 29 de April de 2022 / 22:12
Rosa de los Vientos
 

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