"Hay momentos de gloria y otros de dolor. Este es uno de ellos". Así empezaba su breve discurso de despedida, preparado durante las semanas previas al evento. Daba por hecho que contaría con el tiempo suficiente para pronunciarlo. Llegado el momento, después de acomodarse en la silla y mirar al auditorio expectante, solo se le escuchó decir "¡Ay!" mientras una descarga de energía —eléctrica— recorría su cuerpo y se encargaba de hacer cumplir la sentencia.
Pi
15 de April de 2022 / 17:27
Tiempo y energía 15 de April de 2022 / 17:27
Pi
SELECCIONADA Tiempo y energia 19 de April de 2022 / 05:49
Aida López Sosa
 

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