Cada vez se le era más difícil distinguir aquellos viejos tiempos de la niñez y la juventud; las escapadas con amigas y amigos, esas fiestas que duraban hasta el amanecer, las fogatas a la luz de la luna o sus conquistas. Sus hijos se habían ido ya y los amigos, partieron uno a uno. Ahora, el tiempo era un inmenso océano agitado y profundo que, sin dejar de contener sus recuerdos, lo abrumaba por su vastedad, aquella en la que él navegaba sobre una cáscara de nuez. Sintió gran alivio cuando divisó tierra en la distancia y, poco después, al percibir el empuje del oleaje hacia la costa. Fue cuando se percató de que se trataba de un tsunami.
Lafitte
10 de April de 2022 / 23:56
Olas 10 de April de 2022 / 23:56
Lafitte
Seleccionada, con dudas... 13 de April de 2022 / 02:54
Tomás del Rey
 

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