Ya te lo envié...
y es raro porque no me robotó el e mail. Aquí te lo dejo. Solo agregué unas palabras. Sos un crack:
Compositor
Con la guitarra que heredó de su abuelo, Juan acompañaba los rugidos de sus tripas cuando tenía hambre. Mientras sus dos hermanitos correteaban a las gallinas en el corral, su mamá hacía magia para que los cuatro comieran, al menos, dos huevos y unas cuantas tortillas al día. Él pensaba que, en algunos años, le pondría letra a las tonadas que había compuesto hasta hacerse famoso. Así podría tener un gallinero, tan grande como tres canchas de fútbol, para poder comer diez huevos diarios con pan y salchicha.
Tiempo después, al llegar el éxito, los viajes y los conciertos se le acabó la inspiración. No entendía por qué y a medida que pasaban los días y el hambre apretaba, volvieron los rugidos de sus tripas y, Juan, guitarra en mano, hizo las notas que lo llevaron a la fama.
Compositor
Con la guitarra que heredó de su abuelo, Juan acompañaba los rugidos de sus tripas cuando tenía hambre. Mientras sus dos hermanitos correteaban a las gallinas en el corral, su mamá hacía magia para que los cuatro comieran, al menos, dos huevos y unas cuantas tortillas al día. Él pensaba que, en algunos años, le pondría letra a las tonadas que había compuesto hasta hacerse famoso. Así podría tener un gallinero, tan grande como tres canchas de fútbol, para poder comer diez huevos diarios con pan y salchicha.
Tiempo después, al llegar el éxito, los viajes y los conciertos se le acabó la inspiración. No entendía por qué y a medida que pasaban los días y el hambre apretaba, volvieron los rugidos de sus tripas y, Juan, guitarra en mano, hizo las notas que lo llevaron a la fama.
Héctor
30 de March de 2022 / 04:11
30 de March de 2022 / 04:11
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