La Marina de Ficticia
CONCURSO DE DICIEMBRE DE 2021
Tema: Robots
Juez: Marti Lelis, escritor mexicano

VEREDICTO
Primero que nada: una felicitación y mi agradecimiento a todos los participantes por compartir sus letras. A los tripulantes, felicidades por su labor de selección y tallereo. A Carmen Simón, por la ardua labor de coordinar el Taller de Minificción.

Leer la muestra de minificciones de diciembre ha sido sumamente interesante y revelador. Reflejan la inquietud por un futuro que ya está tocando a nuestra puerta y se canaliza a través del humor, de la crítica, de la sátira, la parodia y la sensación de que en el fondo del tema hay algo amenazante. Como si, a final de cuentas, nuestra humanidad, con todas sus virtudes y defectos, estuviese destinada a repetirse en las creaciones robóticas con una IA que no puede independizarse del todo de su creador y remeda nuestras limitaciones para un futuro extrañamente parecido a nuestro pasado y presente.

Como la elección ha sido complicada por la calidad de la muestra, he seleccionado cuatro como primer lugar ya que van más allá de la anécdota o del chiste y nos invitan a la reflexión.

Una partida de ajedrez
cero
Tallerista: Jorge Oropeza
Los robots aprendieron a fabricar a otros iguales, hasta que la explosión robográfica fue demasiada. Al final, cada continente fue dividido en dos: una mitad para los hombres, y la otra para robots.
Fue un misterio el porqué las máquinas extrañaban demasiado a sus creadores originales, al punto de amontonarse en las fronteras; a pesar de que eran incapaces de ejercer violencia, ocasionaron muchas molestias y gastos.
Tras años de peticiones, fueron escuchados. Una partida de ajedrez resolvería la cuestión de las fronteras: si ganaban, volverían a mezclarse y convivir con sus amados hombres. Estos aceptaron el reto y mandaron al campeón mundial humano, además de movilizar a sus ejércitos...

ML: Nos presenta un futuro distópico en el que la amenaza de violencia la sigue ejerciendo el ser humano cuando su creación se vuelve plaga, dócil y amorosa, pero plaga. La ironía de que tenga que resolverse la situación con una partida nos recuerda los torneos de ajedrez que se daban durante la Guerra fría y los juegos entre grandes campeones humanos y las primeras computadoras.

Frígida
Enigmática
Tallerista: José Luis Sandín (“El águila descalza”)
Quienes no me han susurrado "Te quiero, amor", no supieron con quien robotizaban: una humanoide avanzada que, sin un mínimo de cortesía, no pone de su parte en la cama…

ML: La cortesía es algo muy humano que a veces olvidamos. La coquetería de una ginoide avanzada, muy humana, nos lo recuerda con un texto breve y efectivo.

El más allá
Big brother
Tallerista: José Luis Sandín (“El águila descalza”)
Al llegar me entregaron un catálogo de androides. Desconcertado, pregunté de qué se trataba. La voz omnipresente me respondió :"¿De qué otra manera crees que podrías tener vida eterna, criatura de poca fe?"

ML: Nos presenta nuestro anhelo de inmortalidad a través de un cuerpo artificial. La brevedad con la que nos presenta la situación, eludiendo explicaciones, permite que imaginemos el escenario de ese más allá inquietante donde nuestras creencias serán cuestionadas y satisfechas con lo que, por estar a la vista cotidianamente, nos pareciera imposible.

Puerta de dios
Fernando Ira
Tallerista: Daniela Truman
Al traspasar la puerta del restaurante, la IA registra mi ingreso, mide mi presión arterial, frecuencia cardiaca, consulta en la base datos por enfermedades preexistentes, mis intereses culinarios, cuál fue mi desayuno, qué había almorzado, qué actividades tengo planeadas para el día de mañana. Me indica en qué mesa debo sentarme y en cuánto tiempo estará lista mi cena, pescado a la talla, acompañado de una copa de Chardonnay. Nunca se equivoca, aunque a veces me pregunto si eso que ponen en la mesa es realmente lo que quiero.

ML: Resuelve eficazmente la sospecha de que un futuro monitorizado puede llevarnos al horror de estar perdiendo nuestra capacidad de disfrutar lo que queremos, a cambio de lo ideal por sugerencias científicamente dictaminadas. Nos advierte del peligro de cambiar la intuición y los placeres, por un conjunto de datos de lo que es adecuado