Esperó mucho tiempo para que esa niña creciera, pero los treinta años de diferencia permanecían siempre ahí, entre él y ella como una espina, hasta el día en que María se hizo mujer y dejó de verlo como el amigo solterón de su padre, sino como lo que siempre ha sido: un amante con los sueños a flor de piel.
Apóstrofe
16 de November de 2016 / 05:55
Puntos de vista 16 de November de 2016 / 05:55
Apóstrofe
TALLER 30 de November de 2016 / 07:00
Tequila
 

Para poder escribir en la Marina, tienes que registrarte como usuario o ingresa.