Por una cantidad razonable adquirí una copia robótica de mí mismo. Al inicio muy bien, hacer un asado, atender a los perros; cosas sencillas y divertidas. Hasta que él quizo imitar mis sentimientos, entablamos una clase de competencia, yo ganaba en cualquier arte que requería abstracción e imaginación y mi otro yo vencía en todo lo tecnológico... ¿Dije mi otro yo? Eso hemos dicho ambos últimamente.
cero
18 de December de 2021 / 19:33
El horizonte 18 de December de 2021 / 19:33
cero
Taller 20 de December de 2021 / 07:14
Elisa A.
 

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