Para Andreí Pagan: Mecatronico y escéptico
El sonido de la fina maquinaria les avisó que el robot empezaba a funcionar. Era el primer androide que la iglesia compraba para estos fines. Con su lógica invencible la máquina explicó a todos los feligreses que Dios era nada más que un producto de la imaginación, pero aun así les impartió el sermón del día. Los padres se marcharon a casa tranquilos, aun con la contradicción teológica del sacerdote eléctrico: por lo menos ahora sabían que, debido a la primera ley, nadie violaría a sus hijos.
Black Dot
14 de December de 2021 / 20:57
Primera ley 14 de December de 2021 / 20:57
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Taller 16 de December de 2021 / 06:54
Mónica Brasca
 

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