Navegó por todos los mares en compañía de Odiseo y el capitán Nemo, persiguió a Moby Dick, rescató a Helena y vio morir a Aquiles. Más tarde, cabalgó con el Quijote, aconsejó a Hamlet y le llevó cigarros a Dimitri Karamazov a la cárcel. Cerca de la medianoche le mandó cartas al coronel y envió un arreglo de flores a Avellaneda luego de viajar de la tierra a la luna. Ya era tarde, y al día siguiente tenía que levantarse temprano. Apagó la luz mientras, en la pantalla de la computadora, los rostros de Homero, Cervantes, Shakespeare y otros más jóvenes, desde Faulkner hasta Cortázar se preguntaban cuándo tomaría un libro entre las manos para darse el placer de leer las obras originales en lugar de navegaren resúmenes y crónicas mediante Google o ver videos. De inmediato, la voz de Cortana respondió: “yo diría que nunca, es un millenial acostumbrado a la inmediatez. Tal vez cuando envejezca”