Si el cielo se precipitaba con lluvias intensas utilizaba el paraguas; si, en cambio, el sol ardía visceralmente, abría la sombrilla. Sin embargo, como no hay palabra que proteja contra las ráfagas de viento, éstas arrebataron e hicieron volar el objeto varios metros encima de su cabeza.
Desde el último piso de un edificio aledaño, un hombre graba con su celular la prueba irrefutable de que “no estamos solos”.
Daniboy
10 de May de 2017 / 06:20
Avistamiento 10 de May de 2017 / 06:20
Daniboy
Taller 19 de May de 2017 / 01:02
Dakiny
 

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