Como dictan los cánones, el intérprete le arrancó varios acordes al piano a modo de preludio. Al tenor del inesperado arrebato sufrido por ese impromptu, el instrumento, visiblemente molesto, lo llevó hasta las cuerdas y, con la batuta, le plantó Dos bemoles sostenidos con tutti a la quijada para dejarlo aturdido. El músico respondió mediante un cambio de ritmo con un pasodoble de fantasía en La menor, dándose a la fuga mientras hacía un tango por lo que, juzgó, era un movimiento a contrapunto con aires de improvisación. El piano se mofó de él con solo cuatro notas; le dijo Re La Mi Do en tono grave, añadiendo que su lamento parecía una ópera bufa, un canto lacrimoso, un capricho disonante y, en suma, una bagatela.

La interpretación, que prometía ser memorable, se apartó de la partitura y mientras el Sol declinaba, mi acompañante se inclinó hacia Mi La Do y cayó dormida al compás de una serenata con variaciones arrítmicas. Esta convirtióse en zarzuela y en sonata sincopada que devino en samba con pasajes de polka y vals; después en un bolero que resultó ser rapsodia. Finalmente, tras un intermezzo de jazz, concluyó como un blues: una suerte de réquiem seguido de una marcha fúnebre para quien aspiraba a ser solista de la filarmónica. Fue Mi mayor decepción, asunto que no impidió que, al terminar, echara la milonga con la mina que me acompañaba. Eso sí valió la pena.
Pancho Sanza
14 de October de 2021 / 14:53
Es des-concierto 14 de October de 2021 / 14:53
Pancho Sanza
El des-concierto (este es el título correcto) 14 de October de 2021 / 14:58
Pancho Sanza
Taller 16 de October de 2021 / 15:29
Mónica Brasca
 

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