Desencanto
Se cansó de intentar redimir a tanto apuesto y vanidoso príncipe. La sangre real los hacia altaneros y mujeriegos. Al poco tiempo de haberlos sacado del estanque los encontraba en el bosque haciendo degeneres con otros batracios. Algunos de ellos aducían que era el instinto.
—A pesar de todo no soy más que un sapo —llegó a decir algún cínico todavía con la rana montada en el pene.
La princesa, harta de tanto desamor, mandó tapar la fuente no sin antes decretar las ancas de rana como el platillo oficial del reino.
—A pesar de todo no soy más que un sapo —llegó a decir algún cínico todavía con la rana montada en el pene.
La princesa, harta de tanto desamor, mandó tapar la fuente no sin antes decretar las ancas de rana como el platillo oficial del reino.
Black Dot
05 de October de 2021 / 21:58
05 de October de 2021 / 21:58
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