Antídoto contra predicadores
Considera sus convicciones religiosas algo personal, como sus pulgas: tiene muy pocas. Cada vez que alguien toca a su puerta con Biblia, Corán o el Libro de Mormón en mano, le obsequia una sonrisa que revela unos brillantes colmillos, al tiempo que le ofrece un vaso con un líquido viscoso de color rojo y lo invita amigablemente a pasar para charlar. Un minuto después, mientras se quita el postizo, ya está de regreso en su huerto donde cultiva tomates hidropónicos.
Isishayo
20 de September de 2021 / 22:01
20 de September de 2021 / 22:01
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