Hasta donde recordaba, le parecía que siempre había estado entre las mismas paredes de la estrecha mazmorra. Con el tiempo, se enteró de los planes de escape de su compañero de cella y decidió adherirse al plan para huir junto con él. Llegado el momento de la fuga, el prisionero se cambió de ropa antes de escabullirse por un boquete en el techo sin decir palabra. Algo falló. ¿Habría sido la comunicación? ¿Falta de empatía, quizás? Mientras encontraba una explicación, con el maloliente uniforme de la prisión aún encima, la pulga no tuvo más remedio que quedarse a rumiar su soledad y esa sensación de encierro cada vez más opresiva.
Pitecantropus
10 de July de 2021 / 13:48
El gran escape 10 de July de 2021 / 13:48
Pitecantropus
Seleccionada, con alguna duda 11 de July de 2021 / 06:34
Tomás del Rey
 

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