Abandonado desde pequeño, su existencia transcurrió en las calles hasta llegar a viejo. Se lamentaba no haber hecho nada en la vida y no veía posibilidades de trascender. Sin embargo, sospechaba que tenía un ángel protector, pues jamás hubo una Nochebuena en la que no recibiera un regalo. A mediados de diciembre, en la penumbra de su vivienda improvisada, recibió la visita de un anciano de barba blanca, botas y un peculiar atuendo rojo quien llevaba un paquete bajo el brazo. Pensó que había llegado su hora.
—Sé que habrás de perdonarme algún día, hijo mío — anunció con voz trémula —. Era necesario que pasaras esta dura prueba y sufrieras privaciones para entender el sentido de la humildad y la generosidad. Llegó el momento de que heredes el puesto y de ponerte esta ropa para continuar mi ingrata labor. Yo ya estoy fastidiado. Feliz Navidad. Jo, jo, jo.
carlos martín briceño
31 de May de 2021 / 04:27
Relevo 18 de May de 2021 / 02:24
P. Razo
tallereo 1, muy buena Minificción, solo recomiendo algunos pequeños ajustes 31 de May de 2021 / 04:27
carlos martín briceño
Hola, Carlos 01 de June de 2021 / 20:19
P. Razo
 

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