Rápido y furoso
Aquella era una auténtica máquina del tiempo heredada de mi padre. Con solo verla era fácil volver al pasado. Con doce cilindros en V, veinticuatro válvulas, cuatro correas de distribución y transmisión automática, ponerla a punto implicaba perderse varios días, los mismos que después se recuperaban al hacer esos largos y veloces recorridos a los cuatro puntos cardinales, con la misma rapidez con la que consumía gasolina. Agradezco su gesto, pero me enfurece que su testamento no incluyera una provisión para mantenerla.
Serpico
07 de May de 2021 / 13:59
07 de May de 2021 / 13:59
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