Con razón lloraba cada vez que me veía cada mañana, antes que abordara el auto para ir al trabajo. Yo platicaba un poco y le daba unas monedas. Llegó quien sabe de donde, realizaba trabajitos diversos y así se fue ganando la aceptación de la gente. A pesar de su figura sucia y descuidada, los ojos vidriosos, el olor a licor, a sudor; era un buen tipo. En el vecindario le decíamos Barbitas.
Y dije con razón porque un día le pregunté la causa de su llanto, soy tu padre y vengo a darte tu herencia: El universo y el mundo enteros, eso dijo.
¿Qué pasó después? muchas cosas ahora dispersas en mi mente, solo me acuerdo bien de sus lágrimas, las mismas que salen de mis ojos pues también no pude más y lo dejé todo...
cero
05 de May de 2021 / 01:50
Heredero universal 05 de May de 2021 / 01:50
cero
Taller 11 de May de 2021 / 13:41
Marcial Fernández
 

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