Dejé varias pistas para que los policías descubrieran la osamenta. Mientras tanto, conseguí documentos falsos y cambié de identidad. Cada hueso y pieza dental de aquel esqueleto, correspondía a una persona distinta. El análisis y clasificación de los restos les llevaría tiempo. Para entonces, ya tenía otra vida. Identificar a las víctimas por su ADN prometía ser un trabajo arduo y, a la vez, la clave de mi exoneración. Uno de los molares era mío.
Gesel van God
20 de April de 2021 / 04:57
El rompecabezas 20 de April de 2021 / 04:57
Gesel van God
COMENTARIO DEL TALLER 21 de April de 2021 / 09:00
Paola Tena
Me parece muy bien 23 de April de 2021 / 04:42
Gesel van God
QUEDA 23 de April de 2021 / 08:01
Paola Tena
 

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