Al principio fue difícil explicar las primeras muertes de las ovejas de mi rebaño, pero Dios tenía respuestas para todo, y advirtió que otras más sucumbirían si no se dejaban guiar por su palabra en boca de su profeta. La desobediencia era una grave falta y pagaban con la vida. Eso decía Él a través de mis labios. Yo, como su humilde siervo, cumplía sus designios y ejecutaba su mandato. También a quienes no querían escuchar.
Serpico
19 de April de 2021 / 03:32
El pastor 19 de April de 2021 / 03:32
Serpico
Taller 19 de April de 2021 / 15:42
Elisa A.
 

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