Otros hombres ya se habían ido antes, pero esta vez era diferente. Verlo marcharse de esa triste manera, tan despacio con rumbo al mar, me provocó zozobra. Aunque llegué a amarlo, se había vuelto imposible vivir un día más a su lado. Mientras yo esperaba que la noche llegara pronto para que nadie notara su partida, el cuerpo hinchado y pestilente flotaba en el río, como si quisiera devolverme el favor de la tortura.
Marta Hari
10 de April de 2021 / 03:12
Rio Verde 10 de April de 2021 / 03:12
Marta Hari
Taller 11 de April de 2021 / 15:26
Lucía
 

Para poder escribir en la Marina, tienes que registrarte como usuario o ingresa.