Otros hombres ya se habían ido antes, pero esta vez era diferente. Verlo marcharse de esa triste manera, tan despacio con rumbo al mar, me provocó zozobra. Aunque llegué a amarlo, se había vuelto imposible vivir un día más a su lado. Mientras yo esperaba que la noche llegara pronto para que nadie notara su partida, el cuerpo hinchado y pestilente flotaba en el río, como si quisiera devolverme el favor de la tortura.
Marta Hari
09 de April de 2021 / 22:12
Rio Verde 09 de April de 2021 / 22:12
Marta Hari
Taller 11 de April de 2021 / 10:26
Lucía
 

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