Desde joven me esmeré a la hora de escoger a mis víctimas. Tuve predilección por individuos con rasgos de personalidad conflictivos y contrastantes, con claroscuros. Una vez en mis manos, sufrieron toda suerte de torturas antes de ser asesinados. Me regocijaba escuchar sus súplicas y oír cómo sus gritos se ahogan lentamente en su sangre, hasta apagarse con el dolor. Era un placer indescriptible. Con el paso de los años logré mejorar mis técnicas, hasta conseguir la perfección deseada y hacerme de cierta fama. Ello me permitió afirmar que mi última novela negra se convertiría en un éxito editorial. Y lo fue. No entiendo entonces por qué, cuando pasé al terreno práctico, todo resultó tan desastroso y desaseado.
Pseudónimo
05 de April de 2021 / 00:26
Teoría y praxis (¿Es posible que se considere para el día 4? No tomé en cuenta el cambio a horario de verano) 05 de April de 2021 / 00:26
Pseudónimo
Marcial: 05 de April de 2021 / 16:30
Pseudónimo
Taller 06 de April de 2021 / 12:26
Marcial Fernández
Gracias, Marcial 06 de April de 2021 / 18:53
Pseudónimo
A la final 09 de April de 2021 / 09:25
Marcial Fernández
 

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