taller: primera vuelta
E...
Antes que nada una disculpa por arrancar tan tarde el taller. Para iniciar algunas consideraciones a tener en cuenta:
1. El texto y lo que sucede con el es responsabilidad exclusiva del autor. Sólo el autor puede decir cuál será su versión final.
2. Tallerear un texto es estar dispuesto a experimentar distintas variantes en áreas de descubrir la mejor versión del texto en cuestión. Negarse a dicha exploración es negarse a tallerear el texto.
3. Ninguna lectura del texto... ninguna exploración... ninguna propuesta dentro del taller tiene una agenda oculta o una intencionalidad previa al texto. Por el contrario... el taller debe obedecer a las necesidades de cada texto y sus potenciales versiones... cuyo descubrimiento es siempre accidental.
Si estás de acuerdo en trabajar así... te propongo que empecemos asumiendo que lo escrito no llega a ser un relato. Pero me parece que detrás de alguna de estas líneas puede haber una historia:
—Si alguna vez te hice creer que moría por ti, es que me faltaba el aire.
—Si alguna vez me hicistes creer que morías por mí, es que el puñal que llevo en el corazón, estaba envenenado por el mismo aire del que habla.
Quedo atento a saber de ti.
Abrazo.
Antes que nada una disculpa por arrancar tan tarde el taller. Para iniciar algunas consideraciones a tener en cuenta:
1. El texto y lo que sucede con el es responsabilidad exclusiva del autor. Sólo el autor puede decir cuál será su versión final.
2. Tallerear un texto es estar dispuesto a experimentar distintas variantes en áreas de descubrir la mejor versión del texto en cuestión. Negarse a dicha exploración es negarse a tallerear el texto.
3. Ninguna lectura del texto... ninguna exploración... ninguna propuesta dentro del taller tiene una agenda oculta o una intencionalidad previa al texto. Por el contrario... el taller debe obedecer a las necesidades de cada texto y sus potenciales versiones... cuyo descubrimiento es siempre accidental.
Si estás de acuerdo en trabajar así... te propongo que empecemos asumiendo que lo escrito no llega a ser un relato. Pero me parece que detrás de alguna de estas líneas puede haber una historia:
—Si alguna vez te hice creer que moría por ti, es que me faltaba el aire.
—Si alguna vez me hicistes creer que morías por mí, es que el puñal que llevo en el corazón, estaba envenenado por el mismo aire del que habla.
Quedo atento a saber de ti.
Abrazo.
carlos bortoni
22 de March de 2021 / 07:35
22 de March de 2021 / 07:35
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