Nuestro apocalipsis
Nadie quiere escucharlo. Son ya muchos siglos en que sus palabras caen en saco roto, que sus ideas son tergiversadas y solo sirven para embrollar a los dueños de nada. Hay dueños de nada, si, de ellos son las enfermedades incurables (por falta de dinero), las casas de cartón que arden con un simple chispazo. De ellos son las calles ásperas, los refugios bajo los puentes, el agua sucia y la educación deficiente. El hambre también les pertenece, todo eso es de los que son dueños de nada. Él se ha cansado de que lo malinterpreten, de que el camello pase por el ojo de la aguja, de que los primeros sean los primeros. Un día de estos se ha de bajar de la cruz y, según la profecía, los dueños de nada sufrirán un poco más.
Black Dot
04 de March de 2021 / 09:54
04 de March de 2021 / 09:54
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