Selecciones día 3 febrero: Isishayo, Pitágoras, Black Dot, y Lafitte---- suerte!
Árbol que crece torcido... por Lafitte
Mi abuelo conocía muy bien a todos los árboles del vecindario. Desde que los sembraron, les puso nombre, los vio crecer y guardaba gratos recuerdos de ellos. Solo había uno que le producía angustia y temor. Sabía que terminaría mal. Incitado por el viento de una noche tormentosa, sus torcidas ramas dañaron la fachada de una casa, rompieron los vidrios e irrumpieron en su interior. Acusado de allanamiento de morada, averías en propiedad ajena y daño sicológico a la familia, Ramón Encino fue abatido, cercenado y sus restos, arrojados a la hoguera.
Touché! por Isishayo
Todas las mañanas, salía al patio y daba unos golpecitos en la base del árbol con el bastón. Sabía que la muerte estaría cerca cuando sonara hueco. Esa la tarde, sus nietos fueron a visitarlo y a jugar con él. Durante un duelo con espadas de madera, el más pequeño golpeó accidentalmente el tronco del árbol. Atraídos por el sonido que parecía de un tambor, los niños lo siguieron tocando y reían mientras continuaban la lucha, ajenos al miedo que invadió al hombre al sentir que era alcanzado por una estocada en el pecho.
El Jénezis, por Pitágoras
Los cálculos de Dios tenían un error. Los árboles tomaban posesión de toda la tierra sin control. Al verlo, tuvo miedo de que acabaran con su obra. Entonces creó a los animales para que se alimentaran de ellos y limitaran su propagación. Nuevamente sus previsiones fallaron y estos se esparcieron por todos los continentes como plaga.
Al día siguiente se le ocurrió la solución. Con arcilla modeló a un ser a su imagen y semejanza. Él debía ser capaz de resolverlo y borrar todos sus errores previos, empezando por el nombre de la historia.
Fruta de la imaginación, por Black Dot
Durante el día los árboles son hermosos; llenos de vida y aves que retozan en sus nidos. Los chicos que descubren el amor por primera vez los marcan con las iniciales de sus nombres y eso es lo que queda de ese primer beso, de la primera caricia. La memoria de algo esplendoroso y mágico. Sin embargo, cuando cae la noche repta por las raíces de los árboles, asciende por el tronco para mecer las ramas que se proyectan como malignos brazos en las habitaciones de todos los niños, sembrando pesadillas que los acompañaran por el resto de sus días.
Mi abuelo conocía muy bien a todos los árboles del vecindario. Desde que los sembraron, les puso nombre, los vio crecer y guardaba gratos recuerdos de ellos. Solo había uno que le producía angustia y temor. Sabía que terminaría mal. Incitado por el viento de una noche tormentosa, sus torcidas ramas dañaron la fachada de una casa, rompieron los vidrios e irrumpieron en su interior. Acusado de allanamiento de morada, averías en propiedad ajena y daño sicológico a la familia, Ramón Encino fue abatido, cercenado y sus restos, arrojados a la hoguera.
Touché! por Isishayo
Todas las mañanas, salía al patio y daba unos golpecitos en la base del árbol con el bastón. Sabía que la muerte estaría cerca cuando sonara hueco. Esa la tarde, sus nietos fueron a visitarlo y a jugar con él. Durante un duelo con espadas de madera, el más pequeño golpeó accidentalmente el tronco del árbol. Atraídos por el sonido que parecía de un tambor, los niños lo siguieron tocando y reían mientras continuaban la lucha, ajenos al miedo que invadió al hombre al sentir que era alcanzado por una estocada en el pecho.
El Jénezis, por Pitágoras
Los cálculos de Dios tenían un error. Los árboles tomaban posesión de toda la tierra sin control. Al verlo, tuvo miedo de que acabaran con su obra. Entonces creó a los animales para que se alimentaran de ellos y limitaran su propagación. Nuevamente sus previsiones fallaron y estos se esparcieron por todos los continentes como plaga.
Al día siguiente se le ocurrió la solución. Con arcilla modeló a un ser a su imagen y semejanza. Él debía ser capaz de resolverlo y borrar todos sus errores previos, empezando por el nombre de la historia.
Fruta de la imaginación, por Black Dot
Durante el día los árboles son hermosos; llenos de vida y aves que retozan en sus nidos. Los chicos que descubren el amor por primera vez los marcan con las iniciales de sus nombres y eso es lo que queda de ese primer beso, de la primera caricia. La memoria de algo esplendoroso y mágico. Sin embargo, cuando cae la noche repta por las raíces de los árboles, asciende por el tronco para mecer las ramas que se proyectan como malignos brazos en las habitaciones de todos los niños, sembrando pesadillas que los acompañaran por el resto de sus días.
Jorge Oropeza
26 de February de 2021 / 13:14
26 de February de 2021 / 13:14
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