Supe que habían plantado un árbol encima de la fosa donde me enterraron, cuando las raíces envolvieron el ataúd de madera. Poco a poco se abrieron camino hasta llegar a mí y empezaron a succionarme. Temo a ese árbol, no por mi vida, sino por mi muerte, que yo esperaba fuera tranquila y eterna. Como van las cosas, creo que pronto estaré vivo de nuevo, buscando por sus venas un nuevo camino al cielo. Solo espero que no crezca torcido ni que sea un sauce llorón. De nada servirían más lágrimas.
Isishayo
19 de February de 2021 / 05:59
Ruta al cielo 19 de February de 2021 / 05:59
Isishayo
Taller (seleccionada) 20 de February de 2021 / 19:57
Elisa A.
 

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