Ahí estaba, por fin, inmóvil delante de él después de una larga espera. La contempló desde todos los ángulos para familiarizarse con ella. Percibió sus contornos y relieves mientras paseaba la vista con deleite. Imaginándola desnuda, admitió que era perfecta y apremiado por el deseo, fue descubriendo con delicadeza, palmo a palmo, de la cabeza a los pies, cada parte de su cuerpo. En su recorrido, los senos núbiles, pequeños y firmes, brotaron ante sus ojos; después los brazos y unas manos delicadas que procuraban cubrir con pudor los senos y el pubis. No se detuvo hasta terminar de develar sus piernas y fue entonces cuando, excitado, pudo admirarla y entregarse con placer hasta la consumación de la empresa. Al terminar, Menofanto elevó los ojos al cielo y agradeció a los dioses aquellos dones que le permitieron desnudar la piedra y liberar a Afrodita de su encierro.
Pseudónimo
15 de December de 2020 / 20:48
Liberación 15 de December de 2020 / 20:48
Pseudónimo
Taller del día 15 31 de December de 2020 / 21:51
Patricia Mejías
Gracias Patricia. Felicidades y ... 01 de January de 2021 / 01:39
Pseudónimo
 

Para poder escribir en la Marina, tienes que registrarte como usuario o ingresa.