Cazador de talentos
Las sirenas ven que la embarcación se aproxima y “ do re mi fa so la si”, afinan sus voces. Discuten entre ellas, porque algunas quieren ser solistas y dicen que solo necesitan un coro. El navío pasa a un lado de ellas que vuelan en la corriente tibia del mediterráneo. Ulises, amarrado al mástil, las escucha y siente enloquecer, pero sus hombres son indiferentes. Así es como el primer empresario musical de la historia tuvo su primer fracaso.
Black Dot
03 de March de 2017 / 20:53
03 de March de 2017 / 20:53
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