Desde que obtuvo el empleo ha tratado de atraer su mirada, de desentrañar sus pensamientos y de entender su pose retadora cada vez que la ve. Todo en ella le provoca emociones indescriptibles y pasiones fuera de control. No puede sustraerse al encanto de su cabello castaño, que con la gracia de una cascada, cae por el precipicio hasta sus hombros, a la mirada ingenua de sus ojos zarcos o a la sonrisa traviesa envuelta en carmesí. Tampoco a sus senos, del tamaño y forma que sus manos sueñan cada noche, ni a esas piernas, largas y bien torneadas, donde cualquier paseo sería una aventura en busca del tesoro escondido. Su obsesión lo hizo pedir que lo cambiaran de departamento para estar más cerca y, con su habitual optimismo, ayer decidió quedarse a trabajar hasta tarde para acercarse y platicar, lejos de miradas y cuchicheos, invitarla a cenar, a bailar, confesarle sus sentimientos y lo que resultara. Tras un diálogo en el que campeó la sinceridad mutua, tomaron rumbo a la puerta, luego de una breve escala en el área de deportes. En la calle, al salir del almacén, la gente los miraba con curiosidad. Llamaba la atención ver a un hombre en animada charla con una atractiva maniquí parlante en patines.
Pitágoras
02 de December de 2020 / 15:32
Ventrílocuo 02 de December de 2020 / 15:27
Pitágoras
Ventrílocuo (versión corregida) 02 de December de 2020 / 15:32
Pitágoras
Taller 04 de December de 2020 / 09:50
Fernando
 

Para poder escribir en la Marina, tienes que registrarte como usuario o ingresa.