felicitaciones a los ganadores y gracias al jurado del mes. el cuento de Diletante mi favorito
TERCER LUGAR
En Fricciones, "Diletante" nos hace saber que El Aleph no es más que el poder reminiscente del humano, mantenido a raya para poder sobrevivir a la complejidad que lo avasalla, pero que adviene cuando es necesario tocar la puerta.
"Fricciones"
Diletante
En silencio, inmune a los reproches de la mujer, él colocaba sus cosas dentro de una valija. Ella pedía explicaciones y le recordaba, a los gritos, que esa noche tenían un compromiso. Por un momento el hombre levantó la vista y la miró de frente. En el destello de sus ojos grises, ella percibió el desprecio. A continuación, como en un caleidoscopio vertiginoso, vio proyectarse en sus pupilas todas las imágenes de su vida juntos. Se vio a sí misma vestida de encaje blanco y a él abrazándola, enamorado. Un poema cursi, el primer café, aquel crucero, los hijos negados, los baños de mar, las llegadas tarde, los viajes por el mundo, los congresos para él solo, la falta de caricias, el olvido de fechas y regalos, la indiferencia de los últimos años. Vio, en ese acto mecánico tantas veces repetido, que él no elegía qué llevarse: reunía en su equipaje todo el universo posible. Y comprendió que, si bien aún seguía allí, ya se había ido para siempre.
(Día 16 - Tallerista: Josep M. Nuévalos)
En Fricciones, "Diletante" nos hace saber que El Aleph no es más que el poder reminiscente del humano, mantenido a raya para poder sobrevivir a la complejidad que lo avasalla, pero que adviene cuando es necesario tocar la puerta.
"Fricciones"
Diletante
En silencio, inmune a los reproches de la mujer, él colocaba sus cosas dentro de una valija. Ella pedía explicaciones y le recordaba, a los gritos, que esa noche tenían un compromiso. Por un momento el hombre levantó la vista y la miró de frente. En el destello de sus ojos grises, ella percibió el desprecio. A continuación, como en un caleidoscopio vertiginoso, vio proyectarse en sus pupilas todas las imágenes de su vida juntos. Se vio a sí misma vestida de encaje blanco y a él abrazándola, enamorado. Un poema cursi, el primer café, aquel crucero, los hijos negados, los baños de mar, las llegadas tarde, los viajes por el mundo, los congresos para él solo, la falta de caricias, el olvido de fechas y regalos, la indiferencia de los últimos años. Vio, en ese acto mecánico tantas veces repetido, que él no elegía qué llevarse: reunía en su equipaje todo el universo posible. Y comprendió que, si bien aún seguía allí, ya se había ido para siempre.
(Día 16 - Tallerista: Josep M. Nuévalos)
Black Dot
02 de December de 2020 / 10:29
02 de December de 2020 / 10:29
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