Como pasajero de este multitudinario crucero por el universo, me resulta particularmente extraño que nuestra nave, a diferencia de otras más pequeñas que conozco, no es hueca y viajamos en la superficie y no adentro como podría suponerse. Tan solo una delgadísima capa de aire y un débil campo magnético nos protegen de la radiación, meteoros y demás peligros estelares. Sin duda, nuestra situación es precaria, pues no hay mascarillas de aire en caso de despresurización ni toboganes y salidas de emergencia. Tampoco salvavidas o botes inflables. Vamos, ni siquiera disponemos de un miserable instructivo para contingencias. Tal vez se deba a que se trata de un modelo bastante antiguo, pero de algo sí estoy seguro: esto amerita una queja formal ante la aerolínea.
Humo blanco
21 de November de 2020 / 05:59
Turismo cósmico 21 de November de 2020 / 05:59
Humo blanco
No cabe duda, 24 de November de 2020 / 03:21
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