Respuesta a la cuarta vuelta
Carlos:
Aunque reitero lo que dije en la respuesta anterior, respecto a buscar la participación del lector y despertar su interés y/o imaginación, añado algunas pinceladas más que espero satisfagan tu interés por los detalles, evitando al mismo tiempo que la minificción deje de ser breve. Me parece que te dejaste engatusar por el anzuelo y perdiste de vista el objetivo de la mini, que es la desmitificación del faro que era Beatriz, luego de lo que Borges vio de ella en el Aleph.
El faro de Borges
Era mi luz, mi guía a través de los vendavales y oscuridades de la vida. Cuando falleció, deambulé por años entre las tinieblas hasta el día que volví a verla en aquella esfera –el Aleph– en el sótano de la casa de la calle de Garay. Lo que vi fue maravilloso e increíble: el universo visto desde dentro y afuera, esa perfecta maquinaria celestial en pleno funcionamiento; la vida y la muerte, mi cara y mi verdadero rostro, con sus matices y sombras, el tiempo, el futuro y la historia, aunque debería reconocer que hubo detalles decepcionantes y demoledores, ciertas revelaciones –indiscretas sin duda– que me hicieron ver que debía seguir mi propia estrella y olvidar a Beatriz para siempre.
Abrazo
Aunque reitero lo que dije en la respuesta anterior, respecto a buscar la participación del lector y despertar su interés y/o imaginación, añado algunas pinceladas más que espero satisfagan tu interés por los detalles, evitando al mismo tiempo que la minificción deje de ser breve. Me parece que te dejaste engatusar por el anzuelo y perdiste de vista el objetivo de la mini, que es la desmitificación del faro que era Beatriz, luego de lo que Borges vio de ella en el Aleph.
El faro de Borges
Era mi luz, mi guía a través de los vendavales y oscuridades de la vida. Cuando falleció, deambulé por años entre las tinieblas hasta el día que volví a verla en aquella esfera –el Aleph– en el sótano de la casa de la calle de Garay. Lo que vi fue maravilloso e increíble: el universo visto desde dentro y afuera, esa perfecta maquinaria celestial en pleno funcionamiento; la vida y la muerte, mi cara y mi verdadero rostro, con sus matices y sombras, el tiempo, el futuro y la historia, aunque debería reconocer que hubo detalles decepcionantes y demoledores, ciertas revelaciones –indiscretas sin duda– que me hicieron ver que debía seguir mi propia estrella y olvidar a Beatriz para siempre.
Abrazo
Humo blanco
27 de October de 2020 / 16:23
27 de October de 2020 / 16:23
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