Hola, Daniela
Un saludo y buenos de deseos de que estés bien.
Gracias por el taller. El primer cambio está hecho. En cuanto al final, quise darle un tono de humor, usando justamente una frase hecha y coloquial. Otra hubiera sido "que hasta debajo de las piedras se me aparecía" o "que se aparecía a todas horas, como mis acreedores". Tu dirás cuál crees que queda mejor.
Omnipresencia
Mi pretensión al escribir El Aleph fue describir el prodigio del inconcebible universo que, a través de la memoria, interpreté y pude plasmar con las mejores imágenes y metáforas que el lenguaje escrito me permitió. La verdadera inspiración del relato –debo confesarlo– fueron las fantasías que construí y el atormentador recuerdo de Beatriz, que hasta en la sopa se me aparecía / que hasta debajo de las piedras se me aparecía / que se aparecía a todas horas, como mis acreedores.
Saludos
Gracias por el taller. El primer cambio está hecho. En cuanto al final, quise darle un tono de humor, usando justamente una frase hecha y coloquial. Otra hubiera sido "que hasta debajo de las piedras se me aparecía" o "que se aparecía a todas horas, como mis acreedores". Tu dirás cuál crees que queda mejor.
Omnipresencia
Mi pretensión al escribir El Aleph fue describir el prodigio del inconcebible universo que, a través de la memoria, interpreté y pude plasmar con las mejores imágenes y metáforas que el lenguaje escrito me permitió. La verdadera inspiración del relato –debo confesarlo– fueron las fantasías que construí y el atormentador recuerdo de Beatriz, que hasta en la sopa se me aparecía / que hasta debajo de las piedras se me aparecía / que se aparecía a todas horas, como mis acreedores.
Saludos
bebé
11 de October de 2020 / 15:38
11 de October de 2020 / 15:38
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