Cobijados por la niebla y el frío, se conocieron en la calle en la pubertad, entre pedazos de cartón y cobertores raídos. Él era un héroe, el que la salvó de aquellos drogadictos que pretendían llevársela para jugar. Ella, su faro y refugio en las tinieblas de esas noches sin luna debajo de un puente, de donde cierto día desapareció. Tiempo después, la encontró en uno de los escalones que conducen al infierno. Ya no quiso perderla otra vez. Se aferró a ella, la abrazó y envueltos por un vaho adormecedor, se fundieron en el haz de luz, cálido, brillante y eterno, que apenas iluminó por instantes ese otro Aleph indescriptible, el oscuro universo donde convergen el abandono, la miseria y la desesperanza.
Simbad
10 de October de 2020 / 23:57
Sobredosis 10 de October de 2020 / 23:57
Simbad
me gusta 11 de October de 2020 / 03:25
Beatriz
Seleccionada, con alguna duda 14 de October de 2020 / 04:11
Tomás del Rey
 

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