Selecciones del día 17 de septiembre
Selecciones del día 17
De mal a peor
La costumbre ancestral de vender a las hijas casaderas como si fueran gallinas, quedaría prohibida en aquel pueblo remoto con la nueva ley. A partir de su entrada en vigor, las núbiles deberán ser tratadas con más dignidad y expenderse de acuerdo a su peso, como las frutas.
Gesel Van God
Predicar con el ejemplo
Era toda una aventura salir con el abuelo a pasear los sábados por la mañana. Desayunábamos en el bar de la esquina y después nos íbamos a alguna feria. Lo que más nos gustaba era el mercado de pulgas. Con paciencia me enseñó a distinguir las antigüedades valiosas de las baratijas. Y también a detectar a los puesteros más distraídos, esconder rápido el trofeo en los bolsillos de su chaqueta cazadora y desaparecer entre la gente, separados, si era necesario. Dondequiera que esté, debe estar orgulloso de verme convertido en un profesional de las salideras bancarias.
Telares
El lado izquierdo de la cama
–Que declare el acusado –ordenó el juez.
–No lo hice con mala fe, su señoría. Usted bien sabe que, en el pueblo, las diferencias y los oprobios se dirimen a balazos.
–Lo sé, pero usted cometió un flagrante asesinato. ¿Cómo se declara? –exclamó el magistrado.
–Yo no fui quien la mató, señor juez, ni mi pistola o la bala, que iba dirigida al cabrón de mi compadre, sino la puta costumbre de mi mujer de estar siempre en el lugar y momento equivocados.
Pseudónimo
En alas de la fantasía
En su sueño, circulaba a doscientos kilómetros por hora cuando apareció un camión atravesado en la autopista. Instantes después, emergían alas de su espalda y volaba para evitarlo. Al reconstruir los hechos, todo fue más claro. El accidente no fue por culpa de la velocidad, sino por soñar despierto. Voló en pedazos con todo y motocicleta hasta el mismo infierno, donde ya llevan tres días intentando armar el rompecabezas.
Bebé
De la A a la Z
Después de un largo interrogatorio confesó su culpabilidad: seguía y acechaba a sus víctimas hasta atraparlas en sus propias redes. Al aprehenderlo le fueron decomisadas veintiséis armas mayúsculas, otras tantas minúsculas y varios accesorios. Con este arsenal de letras y símbolos, más unas cuantas fotografías y videos, solía extorsionar a sus víctimas hasta destruir sus vidas en las redes sociales.
Frío lento
Los desconfiados
A Pedro le gustaba tanto embelesar la verdad que las personas no soportaban oir sus patrañas. Los jóvenes se reían de sus embustes. Los viejos lo tachaban de chapucero y las chicas, al verlo venir, se alejaban para no tener que soportarlo. Los señores, al contrario, le platicaban chismes a sabiendas de que cuando él los contara no resistiría la engañifa.
Un día que un incendio empezaba a rodear el pueblo trato de advertir a los habitantes.
De todos los incrédulos no quedaron sino cenizas.
Black Dot
De mal a peor
La costumbre ancestral de vender a las hijas casaderas como si fueran gallinas, quedaría prohibida en aquel pueblo remoto con la nueva ley. A partir de su entrada en vigor, las núbiles deberán ser tratadas con más dignidad y expenderse de acuerdo a su peso, como las frutas.
Gesel Van God
Predicar con el ejemplo
Era toda una aventura salir con el abuelo a pasear los sábados por la mañana. Desayunábamos en el bar de la esquina y después nos íbamos a alguna feria. Lo que más nos gustaba era el mercado de pulgas. Con paciencia me enseñó a distinguir las antigüedades valiosas de las baratijas. Y también a detectar a los puesteros más distraídos, esconder rápido el trofeo en los bolsillos de su chaqueta cazadora y desaparecer entre la gente, separados, si era necesario. Dondequiera que esté, debe estar orgulloso de verme convertido en un profesional de las salideras bancarias.
Telares
El lado izquierdo de la cama
–Que declare el acusado –ordenó el juez.
–No lo hice con mala fe, su señoría. Usted bien sabe que, en el pueblo, las diferencias y los oprobios se dirimen a balazos.
–Lo sé, pero usted cometió un flagrante asesinato. ¿Cómo se declara? –exclamó el magistrado.
–Yo no fui quien la mató, señor juez, ni mi pistola o la bala, que iba dirigida al cabrón de mi compadre, sino la puta costumbre de mi mujer de estar siempre en el lugar y momento equivocados.
Pseudónimo
En alas de la fantasía
En su sueño, circulaba a doscientos kilómetros por hora cuando apareció un camión atravesado en la autopista. Instantes después, emergían alas de su espalda y volaba para evitarlo. Al reconstruir los hechos, todo fue más claro. El accidente no fue por culpa de la velocidad, sino por soñar despierto. Voló en pedazos con todo y motocicleta hasta el mismo infierno, donde ya llevan tres días intentando armar el rompecabezas.
Bebé
De la A a la Z
Después de un largo interrogatorio confesó su culpabilidad: seguía y acechaba a sus víctimas hasta atraparlas en sus propias redes. Al aprehenderlo le fueron decomisadas veintiséis armas mayúsculas, otras tantas minúsculas y varios accesorios. Con este arsenal de letras y símbolos, más unas cuantas fotografías y videos, solía extorsionar a sus víctimas hasta destruir sus vidas en las redes sociales.
Frío lento
Los desconfiados
A Pedro le gustaba tanto embelesar la verdad que las personas no soportaban oir sus patrañas. Los jóvenes se reían de sus embustes. Los viejos lo tachaban de chapucero y las chicas, al verlo venir, se alejaban para no tener que soportarlo. Los señores, al contrario, le platicaban chismes a sabiendas de que cuando él los contara no resistiría la engañifa.
Un día que un incendio empezaba a rodear el pueblo trato de advertir a los habitantes.
De todos los incrédulos no quedaron sino cenizas.
Black Dot
carlos martín briceño
02 de October de 2020 / 00:00
02 de October de 2020 / 00:00
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