Selecciones del día 10 (siento el retraso): Lafitte, PItágoras y Black Dot
LA OTRA DESNUDEZ, de Pitágoras
El famoso fotógrafo Spencer Tunick está muy preocupado. Da vueltas por la habitación del hotel e insiste en mirar por la ventana a la plaza vacía frente a él. A últimas fechas, los desnudos masivos que organiza se han visto amenazados por un competidor inesperado. En tan solo unos meses, un insignificante virus ha demostrado mayor poder de convocatoria, dejando al descubierto la desnudez y la fragilidad humanas. Mientras, su cámara languidece en la mesita de noche.
LA PEQUEÑA NEREIDA, de Lafitte
No puedo dejar de pensar en ella desde que charlamos por horas mientras contemplaba el mar con nostalgia. Sentada en aquella piedra y expuesta a las inclemencias del clima, me platicó su historia. Me duele su desnudez y desamparo, y me conmueve su ilusión de abordar alguno de los barcos que se cruzan en su vista, para disfrutar de brisa tibia, o porque alguien le preste un abrigo durante el invierno. Cuando le ofrecí llevarla conmigo, se le iluminaron los ojos y tras sonreírme, confesó que padece el Síndrome de Estocolmo y se resigna a su destino, como símbolo de Copenhague, la ciudad que la tiene secuestrada.
CON LA DELICADEZA DEL HIERRO, de Black Dot
La roca ha sido traída de la montaña. Brotó a la superficie durante la formación del mundo antes que el tiempo existiera y que las cosas tuvieran un nombre. Su tersura invita a ser acariciada, a amar a lo que se encuentra dentro. Praxíteles trabaja afiebrado, guiando cincel y martillo con la destreza de sus manos. Busca develar en la piedra áspera un pie menudo, un seno perfecto. Afrodita lo premia y surge ella misma del mármol, creada, como buena deidad, por la mano del hombre.
El famoso fotógrafo Spencer Tunick está muy preocupado. Da vueltas por la habitación del hotel e insiste en mirar por la ventana a la plaza vacía frente a él. A últimas fechas, los desnudos masivos que organiza se han visto amenazados por un competidor inesperado. En tan solo unos meses, un insignificante virus ha demostrado mayor poder de convocatoria, dejando al descubierto la desnudez y la fragilidad humanas. Mientras, su cámara languidece en la mesita de noche.
LA PEQUEÑA NEREIDA, de Lafitte
No puedo dejar de pensar en ella desde que charlamos por horas mientras contemplaba el mar con nostalgia. Sentada en aquella piedra y expuesta a las inclemencias del clima, me platicó su historia. Me duele su desnudez y desamparo, y me conmueve su ilusión de abordar alguno de los barcos que se cruzan en su vista, para disfrutar de brisa tibia, o porque alguien le preste un abrigo durante el invierno. Cuando le ofrecí llevarla conmigo, se le iluminaron los ojos y tras sonreírme, confesó que padece el Síndrome de Estocolmo y se resigna a su destino, como símbolo de Copenhague, la ciudad que la tiene secuestrada.
CON LA DELICADEZA DEL HIERRO, de Black Dot
La roca ha sido traída de la montaña. Brotó a la superficie durante la formación del mundo antes que el tiempo existiera y que las cosas tuvieran un nombre. Su tersura invita a ser acariciada, a amar a lo que se encuentra dentro. Praxíteles trabaja afiebrado, guiando cincel y martillo con la destreza de sus manos. Busca develar en la piedra áspera un pie menudo, un seno perfecto. Afrodita lo premia y surge ella misma del mármol, creada, como buena deidad, por la mano del hombre.
Tomás del Rey
02 de September de 2020 / 01:08
02 de September de 2020 / 01:08
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