Selecciones día 3: Pseudónimo, Black Dot y Simbad---- suerte!
El principio de Arquímedes, por Pseudónimo
Todo parece indicar que ocurrió en Siracusa, después de que sus padres se despojaron de la ropa una calurosa noche de verano en el siglo III A.C.
Asciendo a tu reino, por Black Dot
En la blanca sabana, una línea dibuja tu pie que escapa de una manta. Juguetea en tus uñas y se entretiene en tu tobillo. Pasa saltando venas azules, y se repega a tu pantorrilla cual enredadera a un muro que se adorna de verde. Se embrolla en tus muslos hasta que por fin logra liberarse y trepa a tu pubis denso y negro; respira tu aroma, presiente tu calor. Sigue su camino rondando tu ombligo perfecto, tus lunares como constelaciones. El camino la conduce a tus senos. Traza una parábola y luego una circunferencia de donde nace un tibio dulce pezón. Te dibuja los ojos, la boca pequeña, los labios carnosos y carmesí. Tu cabello nace de ella, siempre precisa y memoriosa. Hipnotizado, la sigo al tiempo que desvela tu cuerpo y en un simple, llano trazo nos une a los dos.
Efecto colateral, por Simbad
La muestra escultórica, que tenía como propósito mostrar el cuerpo humano a lo largo de la historia, logró ir más allá y trascender a otro ámbito. La polémica que levantó y las airadas protestas que exigían cubrir los desnudos, pusieron en evidencia la mojigatería y miserias de quienes acusan de inmorales a unas efigies de piedra, barro o metal, mientras se ciegan ante la indecencia, corrupción y abusos de figuras de carne y hueso.
Todo parece indicar que ocurrió en Siracusa, después de que sus padres se despojaron de la ropa una calurosa noche de verano en el siglo III A.C.
Asciendo a tu reino, por Black Dot
En la blanca sabana, una línea dibuja tu pie que escapa de una manta. Juguetea en tus uñas y se entretiene en tu tobillo. Pasa saltando venas azules, y se repega a tu pantorrilla cual enredadera a un muro que se adorna de verde. Se embrolla en tus muslos hasta que por fin logra liberarse y trepa a tu pubis denso y negro; respira tu aroma, presiente tu calor. Sigue su camino rondando tu ombligo perfecto, tus lunares como constelaciones. El camino la conduce a tus senos. Traza una parábola y luego una circunferencia de donde nace un tibio dulce pezón. Te dibuja los ojos, la boca pequeña, los labios carnosos y carmesí. Tu cabello nace de ella, siempre precisa y memoriosa. Hipnotizado, la sigo al tiempo que desvela tu cuerpo y en un simple, llano trazo nos une a los dos.
Efecto colateral, por Simbad
La muestra escultórica, que tenía como propósito mostrar el cuerpo humano a lo largo de la historia, logró ir más allá y trascender a otro ámbito. La polémica que levantó y las airadas protestas que exigían cubrir los desnudos, pusieron en evidencia la mojigatería y miserias de quienes acusan de inmorales a unas efigies de piedra, barro o metal, mientras se ciegan ante la indecencia, corrupción y abusos de figuras de carne y hueso.
Jorge Oropeza
01 de September de 2020 / 14:49
01 de September de 2020 / 14:49
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