Porra juliana
Mi selección por orden de aparición.
Día 1
Tallerista: Carmen Simón
Mi pueblo
Per CEO
Sembrado en medio de la serranía, es un sitio hermoso y pintoresco. Tiene tres estaciones: la de lluvias, la de invierno y la del ferrocarril. Fue apenas el año pasado cuando vimos por primera vez a ese extraño visitante. Recuerdo que era un jueves. Vino por el oriente una soleada mañana. Hizo un lento paseo en silencio por las plazas y callejuelas empedradas, mientras acariciaba las fachadas con el deseo de impregnarse de sus colores. Se detuvo un momento frente al pórtico de la iglesia y subió al campanario; exploró los tejados, escudriñando con curiosidad cada rincón hasta llegar al bosque. Continuó su andar y fue alejándose hasta perderse por la tarde entre las montañas para nunca más volver. Al igual que a otros turistas ocasionales, mucho me temo que al verano no le acomodó bien el clima de este lugar.
Día 4
Tallerista: Marcial Fernández
Calentamiento global
Autor: Phileas Fogg
Se dirigió a su máquina del tiempo y dijo en voz alta: “dos mil cuarenta y cinco”. Para ese año debería tener cuarenta y siete. Su intención era averiguar cómo le había ido en la vida y saber cómo sería el mundo en ese entonces. Una voz femenina le solicitó amablemente más datos. Respondió: “verano”. Su interlocutora le informó que sus cálculos arrojaban un lapso muy amplio. Era necesario definir algo más preciso en el intervalo entre enero y diciembre.
Día 3
Tallerista: Jorge Oropeza
Los veranos de la vida
Autor: Murata
El hallazgo de aquella antiquísima civilización, considerada un mito legendario, produjo gran alboroto y controversia en la comunidad científica. Nada comparable con lo que vino después, cuando se descifraron las inscripciones de una estela: “La vida floreció sobre la tierra en la primavera y maduró en el verano. Vino el otoño, cuando plantas y bosques se secaron y los animales murieron por legiones hasta desaparecer en el invierno, junto con los gigantes y los antiguos hombres. Llegó una nueva primavera y el verano que ahora vivimos. Se acerca el otoño y otra gran...”. Los siguientes jeroglíficos son ilegibles. La erosión se encargó de borrar para siempre el resto de la piedra.
Día 1
Tallerista: Carmen Simón
Mi pueblo
Per CEO
Sembrado en medio de la serranía, es un sitio hermoso y pintoresco. Tiene tres estaciones: la de lluvias, la de invierno y la del ferrocarril. Fue apenas el año pasado cuando vimos por primera vez a ese extraño visitante. Recuerdo que era un jueves. Vino por el oriente una soleada mañana. Hizo un lento paseo en silencio por las plazas y callejuelas empedradas, mientras acariciaba las fachadas con el deseo de impregnarse de sus colores. Se detuvo un momento frente al pórtico de la iglesia y subió al campanario; exploró los tejados, escudriñando con curiosidad cada rincón hasta llegar al bosque. Continuó su andar y fue alejándose hasta perderse por la tarde entre las montañas para nunca más volver. Al igual que a otros turistas ocasionales, mucho me temo que al verano no le acomodó bien el clima de este lugar.
Día 4
Tallerista: Marcial Fernández
Calentamiento global
Autor: Phileas Fogg
Se dirigió a su máquina del tiempo y dijo en voz alta: “dos mil cuarenta y cinco”. Para ese año debería tener cuarenta y siete. Su intención era averiguar cómo le había ido en la vida y saber cómo sería el mundo en ese entonces. Una voz femenina le solicitó amablemente más datos. Respondió: “verano”. Su interlocutora le informó que sus cálculos arrojaban un lapso muy amplio. Era necesario definir algo más preciso en el intervalo entre enero y diciembre.
Día 3
Tallerista: Jorge Oropeza
Los veranos de la vida
Autor: Murata
El hallazgo de aquella antiquísima civilización, considerada un mito legendario, produjo gran alboroto y controversia en la comunidad científica. Nada comparable con lo que vino después, cuando se descifraron las inscripciones de una estela: “La vida floreció sobre la tierra en la primavera y maduró en el verano. Vino el otoño, cuando plantas y bosques se secaron y los animales murieron por legiones hasta desaparecer en el invierno, junto con los gigantes y los antiguos hombres. Llegó una nueva primavera y el verano que ahora vivimos. Se acerca el otoño y otra gran...”. Los siguientes jeroglíficos son ilegibles. La erosión se encargó de borrar para siempre el resto de la piedra.
Celecanto
18 de August de 2020 / 18:38
18 de August de 2020 / 18:38
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