Dueña de mi
Al verla siento su juicio terrible y mudo. Es fría y no le interesa mi angustia. En nuestro silencio las palabras esperan pacientes a brotar, pero de ella no habrá ayuda. Necesito darme tiempo para buscar complacerla, para encontrar la sintaxis perfecta. Para acariciarla mientras signos negros se posan en su faz inmaculada y, al contario de mi deseo, en el otro sexo, termine por vestir a esta página desnuda.
Black Dot
15 de August de 2020 / 21:01
15 de August de 2020 / 21:01
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